La historia de Arun

Hace 30 años, los padres de Arun se mudaron a su casa, que comparte con su esposa y sus hijos. Su padre tiene ahora 90 años, padece demencia y necesita una supervisión estrecha. Arun y su esposa se encargan de gran parte de los cuidados, pero como ambos tienen trabajos de tiempo completo, también dependen de la ayuda de la hermana y el cuñado de Arun.

Arun dice que es extremadamente común que los hijos adultos en las familias del sur de Asia cuiden a sus padres ancianos y que los hogares multigeneracionales son la norma.
Arun explica que el cuidado a largo plazo puede significar cosas diferentes en distintas culturas. “Una de las razones por las que quería compartir mi experiencia es que, en la mayoría de nuestras comunidades minoritarias, hay varias generaciones de familias que viven en un mismo hogar”, afirma. “Se necesita mucha fortaleza emocional para ser cuidador”.

En un hogar en el que el cuidado familiar es una parte integral de la familia, es importante que todos, no solo quienes reciben directamente el cuidado, reciban el apoyo que necesitan. Arun dice que ser cuidador a domicilio afecta a todos los miembros de la familia y la gente no siempre piensa en el apoyo que necesitan los cuidadores.

“WA Cares le brindará tranquilidad a la mayoría de las personas cuando necesiten tiempo libre para cuidarse a sí mismos y a su familia al mismo tiempo”, afirma.

Un programa como WA Cares ayudaría a familias como la de Arun a conseguir esa tranquilidad. También ayudaría a los residentes de Washington como los padres de Arun, cuya primera lengua no es el inglés y que necesitan ayuda adicional para desenvolverse en los complicados sistemas de salud y atención a largo plazo.

"Las personas que pertenecen a culturas minoritarias y no convencionales no siempre saben cómo pedir ayuda y les resulta difícil desenvolverse en los sistemas de atención médica", dice Arun. Pero con WA Cares, "deberían sentirse cómodos sabiendo que cuando la necesitan, está ahí y disponible. Y es fácil pedir ayuda".